Volando por encima de las Nubes de la Vida por el Dr. Joseph Michael Levry

June 14, 2014

Las turbulencias de cualquier clase en la vida son una demanda para elevar nuestro pensamiento así como nuestra palabra. Cuando estamos arriba del avión de la vida, en ocasiones el vuelo está lleno de baches y turbulencias. De vez en cuando nos encontramos con retos que traen fricciones a nuestras vidas. Esto puede manifestarse como una relación infeliz, un reto de salud o bien como un problema en el trabajo. Para poder salir de las turbulencias en el cielo, los pilotos llevan el avión a una altitud mayor en la atmósfera y por encima de la refriega. Debemos hacer lo mismo en la vida. A través de Naam, necesitamos seguir escalando alto y más alto, elevándonos más allá de las nubes hacia el cielo azul de la paz y la tranquilidad. Por encima de las nubes de la vida, los retos ya no son tan intimidantes. De hecho, a través de Naam, sentimos la paz y la sanación que viene al comprender nuestra unidad con Dios y al ganar el dominio sobre las experiencias que nos atormentan.

El recordar a Dios a través de Naam trae tranquilidad al corazón humano. Los retos son una llamada para que espiritualicemos nuestro pensamiento hasta que alcancemos la claridad mental que nos permita restablecer nuestro estado normal de tranquilidad. Durante las tormentas a las que nos enfrentamos, Naam puede darnos esa guía que tanto necesitamos. Mientras abrimos nuestro corazón a Naam y sinceramente pedimos esa guía, obtenemos la paz que nos lleva arriba de toda la turbulencia de la vida. De hecho cada uno de los hijos de Dios, está, en realidad, en la calma profunda de la armonía espiritual, en donde Dios está siempre presente y en control absoluto. Naam nos ayuda a reconectar con este sentido de conocimiento, ya que la habilidad de Naam para guiar y gobernar es totalmente poderosa. Naam nos permite encontrar la solución adecuada, no importando que tan imponente la situación pueda parecer. Recuerda, cada reto en la vida es una invitación, que viene de la necesidad, para crecer espiritualmente mientras buscamos y descubrimos verdades eternas. Es por ello que debemos evitar el ver cualquier cosa, menos a Dios en cualquier reto. Más que ignorar simplemente la alteración que necesita sanarse, nuestros esfuerzos deben confrontar las pretensiones del mal de frente y reconocer que la oscuridad no es parte de cualquier cosa o persona que Dios ha creado. Esto nos lleva a una resolución apropiada y armoniosa.

Las circunstancias de nuestra vida son el resultado de nuestra propia consciencia. El nivel de dificultad de nuestros problemas nos muestra el nivel en el que estamos anclados en los patrones de pensamiento negativos. Debemos elevar nuestra consciencia adecuadamente. Un problema sin esperanza requiere de un esfuerzo considerable. Un problema pequeño requiere de un ligero aumento. Debemos elevar nuestra consciencia arriba de nuestro problema. En otras palabras, debemos elevar nuestra frecuencia arriba del nivel en el que enfrentamos nuestro problema. El problema real que tenemos, entonces, es nuestro nivel de consciencia. El elevar nuestra consciencia arriba del nivel de nuestra realidad, entonces es la esencia de elevarse por encima de las nubes.

Esto lo hacemos al vibrar Naam, al leer las escrituras de cualquier libro espiritual que nos parezca atractivo y al usar afirmaciones positivas. Cuando elevamos nuestra consciencia la acción de Dios hará el resto. Cuando elevamos nuestra consciencia elevamos toda nuestra perspectiva y bienestar. Comenzamos a vivir una vida plena y gloriosa, que es nuestro derecho de nacimiento, ya que cuando operamos desde un estado elevado de consciencia, los milagros pueden suceder y la vida puede fluir libremente, sin obstáculos. Al elevar nuestra frecuencia permitimos que la vida fluya sin problemas y con gracia.

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