Puedes hacer cientos de cosas bien, pero basta tan sólo una acción reactiva e inconsciente para destruirlo todo. Parte del crecimiento espiritual consiste en intentar alcanzar un estado que nos permita no juzgar, perdonar y ser incondicionalmente amorosos y tolerantes con el prójimo. Piensa en cuántas amistades o relaciones con seres queridos se han perdido, dañado o han sido permanentemente destruidas en un segundo como consecuencia de una reacción. En específico, no hables si estás enojado. Redirige tus palabras meditando y orando. Las palabras son muy poderosas. Lo que dices no puede borrarse y se convierte en un registro akáshico. Te perseguirá durante la eternidad y puede lastimar tu personalidad y tu reputación. Usa tus palabras para sanar, elevar y bendecir a todos. No las uses para dividir ni destruir.
A veces, cuando sientas ganas de reaccionar, espera. Es importante practicar el arte espiritual de esperar, pues mucho es revelado con el tiempo y esto lleva a una transformación espiritual positiva. Ahora observa tu vida en retrospectiva e identifica las veces que reaccionaste y más tarde te diste cuenta de que haber esperado hubiera sido mejor para ti y para todos. Cuando nos tomamos tiempo para nosotros mismos, permitimos que la inteligencia divina actúe a nivel subconsciente, en nosotros y en los demás para que se nos muestre lo que debemos hacer. El proceso para evitar reaccionar es una práctica espiritual que desarrolla tu consciencia. Te vuelve más consciente y abierto a escuchar la voz de la sabiduría divina, concediéndote una perspectiva más amplia. Cuando empiezas a ser consicente, tu carácter empieza a cambiar. Una persona consciente es más compasiva. La felicidad no es posible sin disciplina. Toda situación en la vida es una plataforma para experimentar la calidad de tu consciencia. Para operar desde un lugar de consciencia pura, debemos liberarnos de todos los condicionamientos negativos, los complejos, los gustos y aversiones poco saludables y de todos los prejuicios para alcanzar la neutralidad absoluta. Todas las situaciones que encaramos, suceden para concedernos oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Nos preparan para las cosas que pudieran suceder en el futuro ya sea a nosotros mismos o a los demás. Cosas que no pueden ser percibidas con claridad en ese preciso momento. Evitando reaccionar nos acercamos más al espacio de neutralidad de nuestra propia divinidad, así con el tiempo es claro porqué las cosas sucedieron como sucedieron. Debemos tener en mente que el Creador siempre revela su inmensidad e infinita sabiduría a las mentes mortales con el tiempo. De la misma manera es que debes observar las acciones de un verdadero Maestro Espiritual en el tiempo.
Sobre todo, es importante que trabajemos constantemente en nosotros mismos para asegurarnos de no ser reactivos en un momento de distracción y terminemos lastimando a alguien que, de acuerdo con nuestra percepción mortal, parece estar equivocado o nos ha causado frustración o enojo. Nuestra percepción de la realidad puede cambiar nuestra realidad, y a través de nuestras palabras y acciones tenemos la capacidad de cambiar esa realidad para los demás también. Si elegimos ver un sol brillante, eso será lo que veremos y no le daremos oportunidad a las nubes de la oscuridad de arruinarnos el día. Si elegimos enfocarnos en el aspecto negativo de todo, la negatividad penetrará en nuestra manera de percibirlo todo. Si elegimos enfrentar los desafíos con una sonrisa en el rostro, los desafíos no tendrán la oportunidad de adherírsenos como lodo. Cuando por causa de una falta de consciencia, elegimos darle el poder sobre nuestros sentimientos positivos y nuestra dicha a otra persona que es en exceso crítica, le damos oportunidad a su negatividad de nublar nuestra felicidad y nuestros sentimientos positivos. Como resultado nos iremos hundiendo más y más en el fango. Ahora observa tu vida en retrospectiva e identifica las veces que reaccionaste y más tarde te diste cuenta de que haber esperado hubiera sido mejor para ti y para todos. Cuando nos tomamos tiempo para nosotros mismos, permitimos que la inteligencia divina actúe a nivel subconsciente, en nosotros y en los demás para que se nos muestre lo que debemos hacer. El proceso para evitar reaccionar es una práctica espiritual que desarrolla tu consciencia. Te vuelve más consciente y abierto a escuchar la voz de la sabiduría divina, concediéndote una perspectiva más amplia. Cuando empiezas a ser consicente, tu carácter empieza a cambiar. Una persona consciente es más compasiva. La felicidad no es posible sin disciplina. Toda situación en la vida es una plataforma para experimentar la calidad de tu consciencia. Para operar desde un lugar de consciencia pura, debemos liberarnos de todos los condicionamientos negativos, los complejos, los gustos y aversiones poco saludables y de todos los prejuicios para alcanzar la neutralidad absoluta. Todas las situaciones que encaramos, suceden para concedernos oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Nos preparan para las cosas que pudieran suceder en el futuro ya sea a nosotros mismos o a los demás. Cosas que no pueden ser percibidas con claridad en ese preciso momento. Evitando reaccionar nos acercamos más al espacio de neutralidad de nuestra propia divinidad, así con el tiempo es claro porqué las cosas sucedieron como sucedieron. Debemos tener en mente que el Creador siempre revela su inmensidad e infinita sabiduría a las mentes mortales con el tiempo. De la misma manera es que debes observar las acciones de un verdadero Maestro Espiritual en el tiempo. La vida es realmente lo que permitimos y hacemos que sea. Entrena a tu mente para ver lo bueno de cada situación.
Aumenta tu luz
Nada bueno ha surgido de la reacción. El karma es acción y reacción. Creamos karma indeseable cuando reaccionamos. Reaccionar nos impide controlar nuestra realidad. Piensa en tus circunstancias como una prueba a tu carácter espiritual. Cuando reaccionamos estamos operando a partir de una frecuencia inferior y todo lo que hacemos partiendo de una frecuencia inferior tiene un efecto dominó que permea cada aspecto de nuestras acciones. Cuando actuamos desde una vibración inferior estando molestos, sensibles, enojados o con miedo, esta vibración inferior alcanza a todas las personas con las que interactuamos. En esencia, estamos transmitiendo estas vibraciones inferiores a otros. Cuando bajas tu vibración, dejas de ser una fuerza del bien porque con cada una de tus acciones estarás causando dolor. Cuando no operamos desde una vibración elevada, todo lo que hacemos provoca dolor. En consecuencia, es muy importante que nos demos tiempo y espacio para recuperar la fuerza y la sabiduría necesarias para ser neutrales y crear una plataforma que pueda dar a luz acciones sanadoras.
La mejor manera de ganar luz es aprendiendo a resistirnos a reaccionar y el mejor momento para resistirnos es cuando nos damos cuenta de que estamos a punto de hacerlo. Cuando estés a punto de reaccionar, utiliza el poder de la respiración para controlar tu mente. Por ejemplo, inhala contando hasta 20, sostén el aire contando hasta 20 y exhala contando hasta 20. Continúa durante un par de minutos hasta que sientas que tienes tu mente bajo control. Recuerda siempre que la mente sigue a la respiración, la respiración es la reina de la mente. Cuando controlas tu mente controlas tu realidad.
Durante el día, nos encontramos con muchas oportunidades de reaccionar que en realidad constituyen oportunidades para ganar luz. Cada vez que nos resistimos al impulso de reaccionar, acumulamos luz y nuestra fuerza de voluntad se fortalece. La práctica espiritual de no reaccionar te concederá fuerza de voluntad, auto-control y confianza. Cuando te controlas a ti mismo, puedes controlar los eventos en tu vida y dirigirlos de forma armoniosa. Ya no eres una víctima de las circunstancias sino que te conviertes en creador de tus circunstancias. De hecho, si puedes controlarte a ti mismo, puedes controlar las fuerzas de la naturaleza. Si no puedes controlarte a ti mismo, no puedes controlar tu realidad. En otras palabras, cuando evitas reaccionar, eres capaz de controlar los eventos en tu vida y redireccionarlos de manera positiva. Si no puedes controlarte a ti mismo ni tus reacciones, no podrás controlar las condiciones de tu vida. Cada vez que evitas tener pensamientos o sentimientos negativos, aumentas tu luz. Cada vez que evitas decir algo negativo, obtienes más luz. Lo mismo pasa cuando resistes el deseo de decir algo negativo incluso sobre ti mismo. Lo que dices sobre ti mismo puede elevarte o destruirte. Las palabras que pronunciamos son creativas, están constantemente creando cada uno de los aspectos de nuestra vida. Las palabras son pensamientos expresados y es la naturaleza de nuestra mente la que da forma a nuestros pensamientos.
Tolerancia y Gracia
La no reacción nos permite desarrollar la capacidad de expandir nuestra percepción para abrazar la totalidad de la vida. La vida es 1% visible y 99% invisible. El 1% que logramos ver es una realidad limitada y falsa mientras que el restante 99% solo puede ser percibido trascendiendo los 5 sentidos. La paradoja está en que la mayoría de las personas confían el 99% del tiempo en el 1% que pueden ver. Tristemente, nuestro falso ser, nuestro cuerpo del dolor nos impide acceder al vasto e ilimitado aspecto de la vida que constituye el 99% que no vemos y como resultado nos queda sólo experimentar ese 1% de la vida, lleno de limitaciones y batallas de todo tipo. La verdad es que nuestra vida es un reflejo de nuestra consciencia, obtenemos lo que somos y vemos las cosas como somos, percibimos las cosas de acuerdo a nuestro filtro, a través de nuestro cuerpo del dolor. Cuando cedemos ante comportamientos impulsivos creamos más problemas para nosotros mismos. Reaccionar nos hace víctimas de nuestro falso ser. Necesitamos evitar convertirnos en esclavos de nuestro cuerpo del dolor. Cuando nos estamos alineando con las fuerzas de la luz debemos hacer nuestro mejor esfuerzo, incluso en momentos de enojo y frustración, para ver la luz en la oscuridad y seguirla. Debemos aferrarnos a ver de manera positiva cada evento o situación y a ser capaces en tiempos de oscuridad de contar los milagros y bendiciones que hemos recibido de la vida, las bendiciones de la sabiduría sagrada para observar lo lejos que hemos llegado.
Es importante ser tolerantes y actuar con gracia. Actuando con amor y gracia, sanamos a lo que necesitan ser sanados incluyendo a aquéllos que están asociados y conectados directamente con la situación y a aquéllos que ni siquiera saben que necesitan sanación. Una buena forma de superar la resistencia es actuar siempre consultando a tu propia Divinidad y tu intuición. Aplica tu humanidad, tu compasión y cuidado, mantente presente y encuentra la perfección de Dios en cada momento y con la ayuda de la oración utiliza estas cualidades para restaurar la armonía.
Debemos apelar al ángel superior de nuestra naturaleza. Mientras nos entregamos a la Gran Obra, no debemos olvidar que por momentos vamos a enfrentar retos, especialmente si necesitamos crecer y convertirnos en los seres perfectos que existen dentro de cada uno de nosotros en potencia. Debemos convertirnos en ejemplos de compromiso con la tolerancia, la compasión y la trascendencia espiritual, a través de los cuales se resuelvan los obstáculos de naturaleza más compleja. Debemos reconocer la verdadera tentación del cuerpo del dolor o ego y aprender a trascenderla. Debemos desarrollar maneras sanas de usar nuestro ego para llevar a cabo las acciones correctas y no para reaccionar desde nuestro falso ser. Debemos alinearnos con la Divinidad de modo que nos convirtamos en un una extensión de la presencia creadora en la Tierra.
Meditación guiada
Esta breve meditación guiada te ayudara a evitar reaccionar. Puedes hacerla en cualquier momento, especialmente cuando estés a punto de reaccionar.
Inhala profundo, sostén la respiración y repite mentalmente la orden divina:
Hágase la luz
Hágase la luz
Hágase la luz
Mientras exhalas lentamente, vibra mentalmente
Hágase la luz delante de mí
Hágase la luz detrás de mí
Hágase la luz a mi izquierda
Hágase la luz a mi derecha
Hágase la luz encima de mí
Hágase la luz debajo de mí
Hágase la luz en mí
Repite esta sencilla práctica durante 3 ciclos de respiración. Para terminar, inhala profundo, sostén la respiración y exhala con calma.
Recuerda que esta sencilla orden divina evitará que reacciones pues la luz es el principio de la perfección.
Esta meditación guiada está incluida al final de la grabación de audio “El poder de no reaccionar” del Dr. Joseph Michael Levry. Haz click aquí para escucharla
EN LAS NOTICIAS
¡La Sabiduría Divina Espiritual en sincronía con el Mundo de la Medicina!
Chris Cuomo, periodista de televisión, presentador de CNN y hermano del gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, compartió ayer el consejo médico que recibió durante su batalla personal contra el COVID-19 y la importancia de los ejercicios de respiración y de mantenerse hidratado.
Esta hermosa plegaria de sanación fue compartida por el Dr. Levry durante un encuentro global de líderes espirituales, quienes se reunieron desde distintas partes del mundo para orar por la tierra, en la Meditación por la Unidad Global de Unify el 4 de abril de 2020. Comparte este regalo con todos tus seres queridos, amigos y comunidad e integra esta oración a tu práctica diaria para enviar amor y luz a todos.