La Mente Divina - Fórmulas Metafísicas de Uso Diario para la Sanación y la Abundancia Número 1

March 02, 2020

Un Método Metafísico para Alcanzar tus Sueños

Interiorizar la creencia de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios nos permite ser receptivos a la abundancia del universo. La fórmula metafísica de la Mente Divina despierta nuestra conciencia gradualmente, de la misma manera que los pétalos de la flor de nuestra vida se abren en la primavera para florecer y dar fruto.

Un verdadero místico siempre tiene un corazón agradecido porque el agradecimiento nos mantiene conectados a la fuente de nuestro suministro ilimitado y hace que la Divinidad se convierta en nuestra fuente inagotable y permanente.

Una vida sin agradecimiento es como un jardín sin flores. La vida de una persona ingrata es como un árbol sin fruto. Aquello por lo que estás agradecido crece y produce fruto. Cualquier bendición por la que no estés agradecido se irá de tu vida. Cuando estás agradecido, incluso por las enfermedades o los desafíos, éstos eventualmente se resolverán. Por el contrario, cuando no eres agradecido, las enfermedades o los desafíos crecerán. Cada desafío es un maestro con un mensaje para ti. Agradece el bien que el Creador ya te dio y serás bendecido con aún más bondad.

La riqueza comienza con ser agradecido. Muchos desconocen que hay muchas formas de riqueza. El dinero es sólo un tipo de riqueza. El dinero te da libertad de elección pero no te abre el corazón ni te hace un mejor ser humano. Podemos poseer el mundo entero, pero aún ser infelices y estar insatisfechos, porque estamos descuidando las necesidades de nuestro corazón, alma y espíritu. Nuestro corazón, alma y espíritu se debilitan y enferman porque estamos muy ocupados dando a nuestro cuerpo físico la comodidad y el placer que exige. 

Algunas personas hacen mal uso de su cuerpo y trabajan tan duro para adquirir dinero y posesiones materiales para satisfacer las demandas de su cuerpo físico, para después terminar gastando todo el dinero que ya ganaron, en cuidar su salud y pagar los gastos del hospital, porque se enfermaron en el proceso. Luego mueren, los colocan en una caja de madera, los entierran y se convierten en desayuno, almuerzo y cena para los gusanos de la tierra. ¿Es ese el propósito de nuestra vida?

La salud es la mayor riqueza. Sin salud no tenemos nada. Hay formas superiores de riqueza, como el amor divino, la sabiduría divina, la verdad divina; las cuales son riquezas celestiales mucho más valiosas y duraderas de lo que podemos ver con nuestros ojos. Todos los desequilibrios mentales, emocionales y físicos en el mundo son el resultado de que los humanos se descuidan y se alejan de su corazón, alma y espíritu. Necesitamos abrir nuestras vidas a tantos tipos de riqueza como sea posible. Al centrarnos solo en una forma de riqueza nos imponemos limitaciones, cerrando la puerta a otras fuentes de riqueza. La verdadera riqueza o prosperidad comienza con nuestros pensamientos; comienza cuando nos identificamos con el espíritu de la abundancia. Podemos desarrollar una conciencia que nos permita acceder a canales adicionales de riqueza y abundancia. Deberíamos permitir que la abundancia fluya a nuestras vidas desde muchas otras fuentes.

La verdadera riqueza es tener buena salud y paz mental, una hermosa relación con tu familia y tus seres queridos, y tiempo libre para poderte dedicar al autoconocimiento y al dominio de ti mismo, de manera que puedas mejorarte a ti mismo y, a la vez, mejorar a la humanidad. También puedes dedicar tiempo al conocimiento de las leyes de la naturaleza para que puedas honrarlas. 

Sin amor y sin paz interior, puedes tener todo el dinero del mundo, pero serás miserable. Cuando circulamos la riqueza no material y material que tenemos, la abundancia fluye automáticamente en nuestras vidas. Hacemos circular la riqueza compartiendo y dando a los demás. Esta circulación puede ser material o espiritual. Por lo tanto, somos bendecidos cuando bendecimos y oramos por los demás. 

Cuando trabajas con la grabación de la Mente Divina, al escucharla y repetirla, estás desarrollando la práctica constante de dar gracias y bendecir a los demás, lo que creará un caudal en el plano espiritual, que finalmente se manifestará en el plano material también. En otras palabras, dar gracias y bendecir a otros con la actitud o el sentimiento correctos activa la ley de circulación y, a su vez, la ley de circulación nos traerá un flujo cada vez mayor de todo tipo de bienes materiales y no materiales. 

Esta práctica nos permite expandir nuestra propia vida, al tiempo que nos hace expandir la vida de los demás. Al dar generosamente riquezas materiales y no materiales, aumentamos el flujo del espíritu de la abundancia. Somos centros de operación divina, centros de distribución de riqueza, éxito, salud, alegría, amor, felicidad, armonía, protección, abundancia y prosperidad. Al asumir el sentimiento de que ya estamos llenos de gracia, luz y riqueza, podemos llegar a encarnar estas cualidades. Al trabajar con la fórmula metafísica de la Mente Divina, estás utilizando las escrituras y afirmaciones divinas espirituales de la verdad que te permiten dejar de ser una víctima del mundo que te rodea, y te convierten en el poderoso co-creador que debes ser, capaz de generar la vida personal y la verdadera autoexpresión que quieres vivir y ser.

Podemos cambiarnos a nosotros mismos, incluso a nivel celular, cambiando nuestras creencias y nuestro estado emocional, que no es otra cosa que nuestra frecuencia vibratoria. Al pronunciar estas verdades divinas de alta frecuencia comenzamos a sentir que ya tenemos aquello por lo que estamos agradeciendo a Dios. Nuestra frecuencia cambia y como resultado, a través del poder de la palabra, que es el poder del Creador en ti, te elevas en la conciencia y eres capaz de dirigir las fuerzas de la naturaleza para cumplir tus oraciones.

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