EL PODER DE NAAM MALA, Guía de meditación ~ Parte 2

March 30, 2016

Para que los seres humanos recuperemos la palabra perdida debemos desarrollar la omnipotencia de la laringe. El logos, las cuerdas vocales y la laringe deben resonar de manera armoniosa para ejercer dominio sobre las fuerzas de la naturaleza y ser creativos como Dios. Cuando vibramos Naam y empleamos nuestro Hara, que corresponde a la parte baja del abdomen, nuestra región pélvica y reproductiva, donde se concentra la energía cósmica, comenzará a empujar nuestro poder sexual hacia arriba, hacia la garganta, de manera que la laringe pueda ser reestablecida como el asiento de nuestro poder creativo.

Para maximizar los resultados, mientras vibras mantras, asegúrate de golpear suavemente el paladar con tu lengua y de apretar firmemente el punto del ombligo en cada repetición. Existen muchos mantras que pueden cantarse de esta manera como “Sat” de “Sat Nam”, “Such”, “Har”, “Om” como en Om Kar, “Ram” y muchos otros. “Sat” es un sonido asociado con el ombligo. Activará la Kundalini Shakti y moverá la energía en dirección al chakra de la coronilla. Vibra estas palabras sagradas mientras bombeas el ombligo o Hara para manifestar cambios positivos en tu vida. Cabalísticamente podemos decir que trabajar con el Hara corresponde a trabajar con Yesod. Yesod simboliza la fuerza sexual en hombres y en mujeres. Cuando trabajamos con nuestro Hara de manera inteligente, provocamos que esta energía llegue hasta nuestro cerebro y active las glándulas pineal y pituitaria, las glándulas divinas. La pituitaria corresponde al tercer ojo y la glándula pineal representa nuestra conexión con Dios.

Activar estas glándulas y saturarlas de la energía de Yesod, provocará que se abran todos nuestros centros espirituales. En el Árbol de la Vida de la Kabbalah, la sephirah Yesod está regida por Shaddai-El-Chai que es el nombre de Dios que de acuerdo con Moisés, como Dios se manifestó ante Abraham, Isaac y Jacob. Shaddai-El-Chai significa el Todopoderoso Dios Viviente. Ha llegado el momento para trabajar con el Señor de la vida. Yesod es la puerta al Jardín del Edén. Cuando vibramos Naam empleando el Hara, nuestro Yesod, estamos atrayendo la energía del cosmos hacia nosotros, lo cual automáticamente trae balance a nuestros nervios, músculos, hipotálamo y tálamo. Así, nuestra conciencia entera alcanza un estado de equilibrio.

El diafragma puede considerarse como la frontera entre el mundo físico y el espiritual. Los músculos del diafragma forman una barrera tanto física como energética entre el corazón y la parte baja del torso. Debajo de esta barrera están los centros espirituales relacionados con comportamientos inconscientes o reactivos. Por encima de esta barrera, se encuentran nuestros tres centros espirituales superiores, aquéllos que se relacionan con comportamientos de naturaleza más consciente. El diafragma actúa como conductor de la energía pránica en el cuerpo, por eso es muy importante trabajarlo. Cuando esta frontera está fuera de su lugar puede ocasionar problemas en el corazón, palpitaciones, problemas en los pulmones y en el sistema nervioso. El plexo solar gobierna el diafragma humano.

Mientras vibras Naam, aprieta toda la región abdominal, especialmente el área por encima del ombligo, hacia la columna. Mantén el pecho erguido y no permites que colapse hacia abajo. Empuja ligeramente hacia delante la parte de la columna que corresponde al tórax. Esto te ayudará a fortalecer tu digestión, pues incrementará la energía del fuego, el elemento de transformación de nuestra región abdominal. Además ayudará a que se abra el centro del corazón y se llene de energía. Cuando el chakra del corazón está abierto, adquirimos la capacidad de ser compasivos y amables. Cuando apretamos el ombligo con el sonido “Sat” estamos comprimiendo del diafragma. Cuando liberamos la tensión, el flujo de aire permite la vibración del sonido “Nam”. Esto provoca que el sistema nervioso, el sistema circulatorio y todos los meridianos se llenen de energía, con abundante prana o fuerza de vida, que fluye a través de ellos de manera libre. Esta práctica también llenará de energía el sistema inmunológico y puede ayudar a combatir diferentes infecciones. Trabajando con tu diafragma o plexo solar estás liberando patrones kármicos negativos y removiendo el estrés. Estimulas los nadis, que son canales de energía, ocasionando con ello que la energía de sanación fluya en tu cuerpo al mismo tiempo que tu campo magnético se fortalece y se embellece tu aura.

Los bloqueos en el plexo solar, causan una división entre tus pensamientos y tus emociones. Cuando el plexo solar, que es la puerta al universo entero, está abierto, cada área de tu vida entrará en armonioso equilibrio. Nuestro plexo solar está en contacto con el cosmos y constituye el medio a través del cual lo seres humanos nos comunicamos con el universo. Nuestra glándula pineal es nuestra antena y nuestra batería el plexo solar. Cuando abrimos el plexo solar y recargamos la batería, nuestra glándula pineal se torna más activa y su receptividad aumenta de modo que podamos ser ayudados y guiados por el universo.

El plexo solar es un depósito de energía al cual recurrimos para cumplir con nuestras tareas diarias. Es una red de nervios, llamado solar porque estos nervios irradian energía como el Sol. Está localizado en la parte dorsal o anterior del abdomen. También se le conoce como cerebro abdominal. Es el plexo solar con sus radiaciones solares quien provee de energía a todos los demás centros espirituales del organismo humano. Debemos abrir nuestro plexo solar a su máxima capacidad mientras vibramos Naam porque, como ya se dijo anteriormente, es él quien provee de energía al resto de los centros espirituales, haciendo que reciban mayores cargas electromagnéticas que intensifican su radioactividad vibratoria. Otra de las funciones del chakra del plexo solar es almacenar una carga de esta energía, es como una batería de energía de vida en el cuerpo. Desde el plexo solar la energía de vida es distribuida al cuerpo entero a través de los nervios espinales. Practicando meditaciones de Naam Yoga, podemos establecer contacto con las energías puras del universo y absorber su luz sanadora. Naam Yoga nos permite juntar y almacenar estas energías espirituales para utilizarla en nuestras actividades diarias. Cuando el sonido del diafragma se conecta con los tattvas del cuerpo, el ser humano obtiene automáticamente la bendición de la inteligencia intuitiva.

Práctica de Meditación

Siéntate en postura fácil y lleva la barbilla un poco hacia el pecho para formar una línea recta desde la base de la columna y hasta la parte superior de tu cabeza, mantente en esa postura. La espalda debe estar recta y paralela a la línea recta que une el centro del sol con el centro de la tierra. Los ojos pueden estar ligeramente abiertos mirando hacia abajo a la punta de la nariz o hacia las manos.

También puedes elegir mantener los ojos cerrados concentrado en el tercer ojo, olvidándote del mundo exterior. Dirige tu atención hacia adentro. Enfoca tu mirada en la mitad de la pantalla oscura de la frente. Si miras continuamente este “velo oscuro”, la oscuridad se irá desvaneciendo a tonos cada vez más claros y eventualmente se abrirá al espacio infinito, lo que los místicos llaman “entrar al Espacio Sagrado”. El punto en el que debes concentrarte no está dentro del cuerpo sino en línea recta horizontal a diez pulgadas de la frente. No hay tensión en los ojos ni en la frente. Sólo practica mirar con amor y dulzura.

Estas meditaciones crean una relación entre la punta de la lengua, el ombligo y el paladar. La cabeza y el paladar están relacionados con el cielo. La punta de la lengua está asociada con el aire. El ombligo con la tierra. El agua y el fuego están en medio. Cuando vibras un mantra como“HAR”, “Sat”, y “Such” (Ad Such), aprieta el ombligo, o Hara, para estimular y dirigir la energía Kundalini Shakti. Con el tiempo, conforme tu práctica avanza, cada vez que vibres un mantra puedes también aplicar mul bhand contrayendo y llevando hacia arriba el recto y el perineo, apretando el ombligo o hara y llevando hacia arriba también los órganos sexuales. Vibra Naam y con cada ciclo aprieta un poquito más. Esto mejorará tu salud y cuidará del chakra raíz. Es importante notar que las mujeres embarazadas o que estén menstruando no deben aplicar ninguna de estas cerraduras ni apretar el ombligo.

Visualización: Trabajar con el Sol Espiritual

Mejora el impacto sanador de tu meditación visualizando el sol mientras meditas. Míralo en el ojo de tu mente como una gran luz blanca en algún lugar sobre tu cabeza. No importa dónde esté el sol en realidad o si es de noche o de día. Al inhalar, visualiza al Sol brillando sobre tu cabeza. Mientras exhalas y vibras el mantra, ve sus rayos fluyendo hacia ti y llenando todo tu ser con su resplandor divino. Visualiza los rayos blancos del Sol penetrando tu cuerpo a través de la parte superior de tu cabeza y también a través de tu columna y de la región del corazón. Mira cómo todo esto ocurre mientras vibras el mantra.

Al final de tu meditación siéntate con la espalda recta y relájate con los pies tocándose y las manos juntas en el regazo. Visualiza el Sol como una enorme orbe de energía prodigiosa. Mentalmente eleva tu conciencia fuera de tu cuerpo y dirígete en espíritu hacia el Sol. Adéntrate en su aura resplandeciente y penetra hasta su corazón. No tengas miedo. Eres un hijo del Sol y ése es por derecho tu hogar. Permite que la tremenda energía del sol fluya a través de todo tu ser, revitalizando y rejuveneciendo cada célula, cada átomo de tu ser. Luego de unos minutos regresa a tu cuerpo y continúa a realizar tus actividades diarias. Estos ejercicios te darán mucho poder pránico y luz.

 

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